Fue aquí donde el bultaco Sherpa de Bruno hizo una cabriola y cayó rompiendo el manillar. Remiendos a la antigua usanza, con media rama de tronco de pino, y un puñado de cintillos de colores. Al final continuó de aquella manera. El mediodía estaba listo y lo mejor es buscar un rincón donde refrescar con unas cervezas la alegre y clásica mañana.
viernes, 18 de enero de 2008
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